lunes, 7 de marzo de 2011

fistas populares: san vicente ferrer (liria)

FIESTAS DE SAN VICENTE FERRER
(LLIRIA)
La ciudad de Llíria está localizada a 25 km de la ciudad de Valencia en pleno corazón del Camp de Túria, y es al mismo tiempo capital de la misma comarca.
Su término es uno de los términos valencianos mayor en extensión y presenta un interesante paisaje de contraste entre una zona montañosa que pertenece a los primeros contrafuertes de la Sierra Calderona, con una cima de notable altura (881 metros en las Ombrías), y la zona de huerta del margen izquierda del río Turia.
Al llegar a Llíria el viajero se queda hechizado con la vista serena y tranquila de los cuatro cerros que configuran, hoy, el casco urbano: el cerro de San Miguel donde está el monasterio y el yacimiento ibérico de la antigua Edeta, el de santa Bárbara coronado por los restos de la ermita, el de la Sangre donde se asienta la antigua ciudad medieval, y el de la Torreta, cima que mira en la ciudad y donde había una torre de vigía.

La antigua ciudad romana y la ciudad moderna se entremezclan con la huerta vieja en la zona del llano.

Llíria, que emerge entre colores y aromas de música y de historia, es una ciudad de tradiciones arraigadas, de esplendoroso pasado y de gente afable que siempre ha estado muy orgullosa de todo lo que es suyo. Tiene un excepcional patrimonio histórico-cultural y es, sin ninguna duda, una de las principales ciudades históricas valencianas.
Las Fiestas de san Vicente Ferrer son, con la Feria y Fiestas de san Miguel, las fiestas más emblemáticas de los lirianos. Se celebran los días alrededor del primer lunes después de Pascua. Durante estos días el Ayuntamiento, junto a la cofradía y los festeros de san Vicente, preparan varios actos y espectáculos para que los lirianos disfruten de la fiesta. Prácticamente todas las civilizaciones que han habitado Llíria han disfrutado del Parque de San Vicente como punto de encuentro de sus ciudadanos. Posiblemente los iberos ya se encontraban en el Ull Redó para disfrutar acompañados de sus divinidades. Y en época romana los edetanos iban a la fuente para distraerse juntos y para venerar a las ninfas, diosas del agua, en el templo construido con esta finalidad.
Hoy los lirianos continúan encontrándose en el parque y celebran, con los amigos y la familia, un almuerzo popular extraordinariamente concurrido el día de san Vicente Ferrer. Por la mañana una romería lleva la imagen del santo desde la iglesia de la Asunción hasta la ermita como recordatorio de la visita que hizo, a finales de agosto de 1410, este dominicano. Acabada la misa en la ermita, se hace la bendición del olivo que el mismo padre Vicente Ferrer hizo y que aún hoy se conserva en el lado de las fuentes del manantial. La vuelta al casco urbano se realiza en romería, a pie, en carro o en otros vehículos en un ambiente lúdico y festivo.
La fiesta, como parte del folklore social, constituye una costumbre, una manera de hacer lo transmitido. Esto, a su vez, está representado por la práctica de muchos hábitos en cada uno de los aspectos de una sociedad o grupo social determinado.
La fiesta contiene en sí las distintas tradiciones, creencias y ritos religiosos, la música, las danzas, los juegos o competencias, las comidas y bebidas relacionadas con ellas, la ornamentación, expresiones de literatura oral, vestuario, medios de transporte y otros aspectos de la cultura espiritual y material del pueblo. Estas pueden estar vigentes o no y poseer un contenido religioso o laico. Es, por tanto, una manifestación de la cultura tradicional que resulta básica para el estudio integral de un núcleo social, toda vez que muestra las principales costumbres, hábitos y comportamientos.

 Este tipo de fiestas son importantes porque forman parte de la diversidad cultural, permiten al individuo integrase en manifestaciones culturales que refuerzan su identidad como parte de una cultura o colectivo

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